Estos días de recogimiento pueden llevarte a hacer actividades que a primera, te pueden parecer monótonas o intrascendentes. Pero, ¿sabías que quedarte en esa perspectiva puede limitar las oportunidades de encontrar satisfacción incluso en las tareas más básicas y rutinarias?
Que ¿Por qué? Porque estas actividades, hechas conscientemente, te permiten conectar tu cuerpo, tu mente y tu emoción en un acción, que por más sencilla que esta sea, empodera tu sensación de control ante la incertidumbre y tu motivación.
Y precisamente esa sensación de “control”, de “saber dónde estoy parada” es la clave para mantener tu capacidad de tomar decisiones y de dar orden al caos que puede estar ocurriendo en el mundo exterior.
Por ejemplo, despertarte y hacer la cama, seguir un ritual matutino (no importa lo que incluya siempre y cuando seas capaz de identificar esos rituales que hacen ese momento especial) pueden perfectamente definir tus reacciones a los estímulos que recibirás durante el día y por tanto detener más momentos de satisfacción.
Las actividades más básicas, hechas conscientemente, te permiten conectar tu cuerpo, tu mente y tu emoción en un acción que refuerza tu sensación de control ante la incertidumbre y potencia tu motivación.
Experiencias Optimas y la Búsqueda de Sentido
Mihaly Csikszentmihalyi, psicólogo y académico que enunció la teoría de Flujo, nos explica cómo las personas que logran sentir más placer en su vida, son aquellas personas que logran mayor control de su consciencia y por tanto de la interpretación que hacen de sus experiencias, incluso las más humildes o difíciles.
Siguiendo estos principios, y sumando también los hallazgos de Viktor Frankl, padre de la logoterapia, podemos deducir que si estas acciones surgen, nuevamente de manera consciente, desde lo que resulta importante para ti, esa sensación de control se manifestará en una experiencia llena de sentido, y por tanto, de satisfacción.
Volviendo al ejemplo de la rutina matutina, si las acciones que incorpores, logran honrar tus valores de salud y autocuidado, porque crees y sientes que: incrementas tu sistema de defensas, porque aseas y atiendes tu cuerpo, porque haces ejercicios de estiramiento para estar más a tono, encontrarás que es más difícil omitir esas rutinas y encontrarás mucho más placer al hacerlas.
Incluso, así esto implique despertarte más temprano, o dejar de hacer otras cosas que también te gustan o consideras importantes.
Lo clave está entonces en alinear tus actividades o tareas con un para qué, en dar respuesta a la pregunta ¿a qué sirve esto que estoy haciendo? Si carece de sentido, probablemente terminarás por abandonar u odiar esa actividad.
Llevándolo a la práctica
Seguramente en tu trabajo, en tu casa, o hasta al hacer ejercicios hay cosas que disfrutas hacer más que otras, el secreto está en que esas cosas que no te gustan tanto respondan a un propósito.
Por ejemplo:
Las que están trabajando:
“tengo que hablar con este cliente porque al hacerlo logro avanzar el proyecto y tendré más tiempo para trabajar en el diseño”
“Redimensionar mis objetivos me lleva a responder a la nueva realidad y tener un plan de acción”
“Preparar mis objetivos del día con una noche de antelación me permitirá mantener más enfocada, mirar el progreso y celebrar mis logros”
Las que se sienten abrumadas:
“llorar y quedarme hoy en cama me permitirá desahogarme y contemplar mejor mis posibilidades mañana”
“Este cambio me está dando de la oportunidad de notar cosas que en mi anterior rutina no tenía consciente”
“Hablar de esto con alguien que me sepa escuchar sin juzgar me da espacio para organizar mis emociones”
La mayoría:
“tengo que recoger la cocina, pues así mañana despertaré de mejor humor”
“Dejar listo hoy lo que necesitaré mañana para el telecole de los niños, me permitirá estar más relajada”
“Me quedo en casa para facilitar el control de la pandemia”
En la próxima entrada (puedes apuntarte aquí para recibir las notificaciones del blog) les comentaré otros conceptos que ofrece la teoría de Flujo, para permitirnos crear conscientemente más experiencias de satisfacción en nuestra cotidianidad.
Otro aspecto que merece especial reflexión mientras seguimos “guardados” tiene que ver con nuestra relación con el espacio. Esta lectura, a la que puedes acceder aquí, quizás pueda interesarte.
¿Cuál ha sido tu rutina preferida estos días? ¿Te animas a compartir? Te leo en este enlace.
¿Cuál ha sido tu rutina preferida estos días? ¿Te animas a compartir?
Aquí estoy disfrutando conscientemente de un buen baño y un té, en el día 48 de confinamiento.