Comparar… no me caigan a cuentos que todas en algún momento nos hemos comparado con alguien más.

“Quedó igualita después del parto?

“Pero ¿en qué tiempo se arregla así?

“Hace ejercicios, trabaja, tiene hijos y ¡le va buenísimo!”

Como seres humanos que somos, y  reforzado por los valores de las sociedades en las que vivimos,  compararnos es algo normal, lo importante es saber cuándo lo estamos haciendo y desde dónde lo estamos haciendo.

Pues a veces nos comparamos con un poquito de asquito, a veces desde expectativas que nos fueron impuestas mientras crecíamos, y a veces buscando inspiración para aprender aquello de “las mejores prácticas”. La clave es reconocer dónde está tu mirada,

El cambio de mirada

En el trabajo de apropiarnos de nosotras mismas  una de las habilidades que se dice más fácil pero que se hace más difícil es la de cambiar la dirección de nuestra mirada exterior (los demás) hacia la mirada interior (el soy) y desde allí relacionarme en cuerpo, mente y espíritu con lo, y los que me rodean.

En ese cambio de mirada, algo interesante que ocurre es darnos cuenta de que cuando nos comparamos, muchas veces lo que estamos es proyectando valores que nos chirrían y con los que internamente nos sentimos insatisfechas.  

Si prestas atención, en ese mirar del otro, notarás que hay información que refleja aspectos que están desatendidos o desbalanceados en tu vida.

Incluso podemos encontrar que esa molestia es una respuesta a algún mensaje que recibimos en algún momento de nuestra historia, y que causó una herida que aún no ha terminado de cicatrizar. Como los típicos “no eres buena para eso, no tienes que depender de nadie, estás muy flaca, gorda, alta, baja, etc, etc, etc”.

La invitación es a que reconozcas qué estás viendo. Pongamos un ejemplo:

“Es que ella tiene un trabajo interesante y yo sigo sin levantar cabeza”.

Aquí hay toda un camino de exploración mucho más profundo que el de ella sí y yo no…  ¿lo ves? Esta frase es solo un síntoma de una disconformidad o un desbalance de algo en el mundo interior de esta hipotética persona (que nada tiene que ver con nosotras 😉 ) y que su manifestación, una vez se establezca la conexión con lo que realmente está buscando expresarse , quizás no se parezca en nada al trabajo “interesante” de la otra persona.

Un caso real del riesgo de comparar

Tomemos otro ejemplo, el de un caso de una mami que asistió a mi consulta por una crisis de conciliación.

Uno de sus cliente clave estaba cancelando su contrato, lo que significaba para ella replantearse su producto y estrategia de venta para conseguir nuevos clientes. Esto, paralelo a su rol de madre de un peque de poco más de un año.

Se sentía sobrepasada por la demanda de los dos roles, por un lado el de un bebé aún en etapa de alta dependencia, y por el otro la de su proyecto, que requería tiempo y cabeza para lograr el empuje para darse a conocer a potenciales compradores. 

En esta dualidad, resultó interesante notar cuál era la imagen de emprendedora de esta mami, pues estaba muy impregnada por la visión externa, lo que ella veía, que era ser emprendedora, y poco conectada con la emprendedora que ella ERA:  una mujer con circunstancias específicas de edad, cultura, sexo, roles, etc.

La esencia de nuestro trabajo consistió en conectar con su historia, rescatar sus valores, definirlos y enmarcarlos en sus circunstancias actuales y luego manifestarlos en acciones que le permitieran armonizar su maternar y su proyecto de emprendimiento.

La emprendedora que ella es, es la suma de sus experiencias únicas y personales, pertenece entonces a ella el reto de reconocerla y manifestarla.

La emprendedora o la mami que ella es, es por tanto diferente a la que tú eres.

¿Tiene sentido para ti?

Preguntas para abrir tu mirada interior

¿Crees que es beneficioso o nocivo compararse con otras personas? Puedes comentar en este post de IG en mi perfil @coachthaisg

La próxima vez que te compares con alguien, puedes practicar estas preguntas para avivar tu mirada interior:

  • ¿Qué dice esto de mi?
  • ¿Qué estoy rechazando de la persona que soy?
  • ¿Qué estoy idealizando?
  • ¿Qué realidad estoy dejando de ver?
  • ¿Qué estoy proyectando de mí en el otro?

Y cuéntame qué notas desde esta perspectiva. ¡Te leo! y si quieres detenerte a revisar con mayor profundidad este aspecto en tu vida no dudes en contactarme.

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CoachThaisG

Coach, Facilitadora, Comunicadora Social, formada en logoterapia y análisis existencial, madre, esposa, venezolana del mundo. Me especializo en acompañar personas y grupos a recuperar la claridad mental y balance emocional durante momentos de cambio vital.

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