Hace algunos días recibí por Instagram el bonito reto de publicar una foto de cuando era niña.

Muchas veces estos retos en las redes sociales, que en principio se hacen solo para entretener y para pasar un buen rato, ofrecen una posibilidad de hacer trabajos más profundos que dan orden y sentido a nuestra sique.   

Lo que encuentro especial de este reto y por lo que agradezco haberlo recibido, (y por lo que te reto también a ti a hacerlo), es porque te permitirá explorar y conectar con 4 cosas que son fundamentales en estos días de confinamiento.

Si estás necesitando otras herramientas para gestionar las distintas emociones que puedas estar sintiendo estos días te invito también a leer la entrada anterior, en la que te propongo 3 pasos para retomar la calma.

Mientras, volvamos al “challenge” que te propongo: ¡Busca una foto de cuando eras niña!

Lo que puedes ganar con este reto

Conectar con tu niña interior

Al mirar esa foto de tu niñez, enseguida se despertará tu memoria sensorial, cargada de información valiosa sobre la niña que fuiste.  Date un tiempo para dejar que esa sensaciones se hagan presentes y entonces, abre espacio a la pregunta:

¿Qué pasa cuando miras las cosas desde los ojos del niño que hay en ti?

 ¿Desde su curiosidad?

¿Desde el juego?

¿Desde  su sentido del humor?

 ¿Qué pasa cuando miras las cosas desde la niña que que hay en ti? Yo en mis años de preescolar
¿Qué pasa cuando miras las cosas desde la niña que que hay en ti? Yo en mis años de preescolar

En estos días de distanciamiento social, en los que te verás en situaciones que normalmente no hubieses escogido, como no poder llevar a cabo muchas de las cosas que tenías planificadas , o al menos no como las tenías previstas, tener la flexibilidad que ofrece la perspectiva de un niño te permitirá conectar con creatividad y probablemente te ayudará también a no tomarte las cosas tan a pecho.

Este reto te pone en los zapatos de tus hijos

Recordar la niña que fuiste te ayudará en muchas ocasiones a entender desde otra perspectiva lo que sienten y necesitan tus hijos.

Seguramente tu niñez se desarrolló en circunstancias muy distintas a las que vive tu hijo, desde un estilo de crianza diferente, hasta un contexto tecnológico menos desarrollado:

¿Qué tienes que aprender de eso?

¿Qué te dice de lo que un niño necesita?

¿qué te dice de lo que tu niño necesita?

Con mi hijo menor aprovechando un ratito de sol en nuestros días de confinamiento
Con mi hijo menor ,aprovechando un ratito de sol en nuestros días de confinamiento

Conectar con el niño que hay en ti te permite agudizar tu empatía para escuchar las necesidades afectivas, de seguridad,  de distracción y de ocio de tus hijos.

Si tienes una mejor escucha, sintonizas y escoges conscientemente tus respuestas hacia ellos. ¿El objetivo? disminuir las ocasiones en las que te quedes corta por no prestarles suficiente atención, o sobrepasarte por exceso de ella.  Y sí, ambos extremos son igual de perjudiciales, para ellos y para ti.

Te recuerda la temporalidad:

“Todo pasa y todo queda
Pero lo nuestro es pasar
Pasar haciendo caminos
Caminos sobre la mar”

Comienza así el poema de Antonio Machado quizás más conocido en la voz de Joan Manuel Serrat: “caminante no hay camino se hace camino al andar”.

Y es que si hay algo que puedes apreciar al mirar esa foto de tu niñez, es el camino que has recorrido: ¡bravo!

En esos días que sientas eternos, recuerda que todo pasa.

En esos días en los te que sientas abrumada por la emociones, recuerda las crisis que has vivido en otras etapas de tu vida y como las has superado.

Recuerda que cada obstáculo ha sido una oportunidad que le ha permitido a esa niña, crecer en la mujer  que eres hoy.

Te conecta con lo importante

Este reto de Instagram te conecta con la niña que hay en ti y te permite recordar afectos, ritos  que forman parte de la persona que eres.
Una foto de tu niñez te conecta con la niña que hay en ti y te permite recordar afectos, ritos que forman parte de la persona que eres.

En esta  imagen estoy en el patio de la casa en la que viví entre los 8 y los 23 años.  Esa foto guarda años de mi historia:

Recordé el sonido de la lluvia cayendo en el techo de zinc, las charcas que se hacían en el suelo convertidas en río que desembocaban en la alcantarilla…

Recordé  la moto de mi tío estacionada y cubierta con un plástico que me gustaba levantar para descubrir lo que ocultaba.

Recordé a mi abuelo con el que jugaba palito mantequillero (él escondía algo y yo tenía  que encontrarlo solo con las pistas de frío si estaba lejos o caliente si me acercaba)

Recordé los viernes cuando la familia, adultos y niños se reunían a escuchar música, contar chistes, bailar y pasar el rato,

Recordé como se puede hacer algo extraordinario, de lo cotidiano.

¿Aprecias como puede ser de utilidad este sentimiento estos días?

¿Qué te dice tu niño interior es lo importante en este momento?

Sobre la importancia de conectar con nuestra historia he escrito en otras oportunidades, uno en una reflexión sobre una frase de Ebenezer Scrooge y otro en uno de los post sobre migración, dónde está el hogar

Y claro, te reto a que publiques tu foto en Instagram, abre los cajones, llama a tu mamá, a tu tía, a quien quieras  y encuentra esa imagen que te recuerde a la niña que fuiste y que aún habita en ti. ¿Qué no la quieres publicar? No pasa nada, si la buscaste, el trabajo está hecho. Colgada en tu nevera tendrá aún o más poder.

Recordé, escribiendo este texto, otra canción de Serrat, esos locos bajitos,  aquí te dejo el enlace. ¡Disfruta!

Y si quieres comentar, te leo desde la foto que colgué para responder al “challenge” en Instagram.

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CoachThaisG

Coach, Facilitadora, Comunicadora Social, formada en logoterapia y análisis existencial, madre, esposa, venezolana del mundo. Me especializo en acompañar personas y grupos a recuperar la claridad mental y balance emocional durante momentos de cambio vital.

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